Cuando la arquitecta Paula Aranda Galligo me contactó para colaborar juntos en este proyecto, supe que el resultado sería una de las transformaciones más hermosas que iba a hacer. Los propietarios necesitaban incorporar el espacio exterior a su vivienda y poder disfrutar del enclave tan privilegiado que tienen en los alrededores de Penáguila. Respetando la estética arquitectónica de la zona, la idea fue desarrollar una volumetría única consiguiendo destacables características: un pórtico que funcionara como escudo frente al frío y calor, una zona de barbacoa y un patio más íntimo donde situar el almacén y la lavandería. Todo conceptualizado con materiales naturales y respetuosos con el medioambiente, como el mortero de cal, el barro o la madera. 

Fotografías: POVEDA Bioninteriorismo